por Antonio Pérez Ñico
Siempre me ha interesado encontrar ese otro lado del pensamiento, tal vez llamado lateral, que propone una interpretación paralela y diferente en lo que quieres comunicar. El juego atrevido de las ideas, que no son más que la utilización de metáforas como recurso para describir intenciones diversas en cualquier lenguaje visual, en mi caso los carteles, siempre en la búsqueda de otros conceptos y en otros caminos.
La metáfora como figura retórica del lenguaje, se manifiesta de manera diferente en el sentido visual y en su capacidad de descifrador de los conceptos que tenemos que descubrir.
Una metáfora, es sustitución de un elemento evidente por otro sugerente, provoca en el espectador una inevitable reflexión. Lo dicho de otra manera te obliga a preguntar y analizar qué te propones. Si un cartel, se muestra fácil en su entendimiento, no ocurrirá más que un muy poco análisis en lo que quiere informar.
Llenas la cuchara de ideas y se lo tomará sin protestar, digiriéndolo de manera fácil. Si lo fuerzas a ser más atrevido, cambiando las imágenes por otras, que son menos exactas, se convierte el producto visual en un poema para apoyar lo metafórico, que en principio y por añadidura necesita ¨ir más allá¨.
Estoy de acuerdo en que no se puede prescindir del pensamiento formal que te acompaña desde que vas adquiriendo conocimiento de lo externo. Sin embargo el pensamiento lateral (la metáfora como recurrente y salvadora de las ideas), éstas te aportaran un resultado abarcador y de manifiesto cambio en la imaginería gráfica presentando ejemplos que te permiten poner en juego la inteligencia de los resultados que serán admirados por el público al que necesitamos que acepten la obra en cuestión y sus contenidos explícitos.
Vía Antonio Pérez ÑIco, ilustrador mexicano
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